Despojo mi cuerpo de ataduras, desnudo lo envuelvo entre sábanas de seda. Finos cabellos recorren mi piel, la rozan y beben de ella. Párpados traviesos cuentan historias mágicas, bailan acompasados y caen rendidos ante Morfeo. Fantasías recuperan el tiempo perdido. Ilusiones gritan desesperadas. Sueños nacen, crecen y viven por siempre. Lamentos quedan olvidados. Y suena… Es melodioso y dulce. Rápido y lento. Grande y pequeño. Atrevido y tímido. Iluso y desconfiado, es mi corazón.
- Cariño, ¿Por qué no compramos un castillo para vivir como reyes?
+ No, mejor compramos un manicomio y follamos como locos.
+ No, mejor compramos un manicomio y follamos como locos.
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