- Cariño, ¿Por qué no compramos un castillo para vivir como reyes?

+ No, mejor compramos un manicomio y follamos como locos.

viernes, 11 de mayo de 2012

Eres perfecta

Hace no mucho que la conocí y si he de ser sincera, le calé desde el principio. A simple vista parecía algo borde, pero siempre he dicho que no me dejo llevar por las primeras impresiones y aún lo mantengo. Así fue como debajo de esa pequeña coraza descubrí a una gran persona con un corazón que no le cabe en el pecho... Y eso que pecho tiene mucho.

Se las da de dura, toda una mujerona, pero no la crean puesto que es más blanda que el peluche de mimosín. Tiene un gran carácter, se le oye a kilómetros, aunque no causa tantos destrozos como un huracán. Pese a todo es tranquila. Sí, como oyen, tranquila. Es inteligente y espabilada, pocas veces se le escapa algún detalle. A no ser que vaya ebria, ahí la cosa cambia. Tiene una sonrisa preciosa, es capaz de animarte el día con su simple reflejo. Sus palabras son su mayor arma, siempre sabe qué decir y qué hacer. No es muy mayor, mas su cabeza está bien amueblada. Me cuida como una hermana mayor, siempre puedo contar con ella. Es divertida, graciosa y, porqué no decirlo, algo payasa. Pero siempre, sin excepción alguna, siempre es ella misma.

Todos tenemos días buenos y días malos, es comprensible, pero no me gusta verte mal. Me gusta cuando eres feliz y lo único que se oye a kilómetros es tu risa y no tus gritos. Me gusta cuando me escuchas, pones caras raras, me das tu punto de vista y yo te contradigo. Parecemos madre e hija, puede parecer que a mí me da igual lo que digas pero en verdad lo tengo muy en cuenta. Me gustan todas esas noches que hemos pasado juntas metidas en la bodegilla riéndonos sin parar. Me gusta cuando te caes y nos miras a todas acordándote de lo más sagrado, nosotras nos reimos y finalmente tú también. Me gusta cuando haces que las cosas parezcan tan fáciles como coger un lápiz y un papel y comenzar a escribir cómo quiero que sea mi vida. Me gusta cuando son las tantas de la mañana, está amaneciendo y para nosotras aún la noche es joven. Me gusta cuando te veo feliz, porque sé que te lo mereces de verdad. Me gusta cuando confías en ti misma y te atreves con todo. ¿Pero sabes qué es lo que más me gusta de todo? Que estés a mi lado.


jueves, 3 de mayo de 2012

Divagando, divagando, triunfé pensando

Es duro repasar mi vida de cabo a rabo, recapitulando todos aquellos momentos que han dejado una huella en mi interior. Por más que lo pienso, no consigo recordar algo que aún conserve. Tal vez sí lo haya, no lo sé.

Últimamente me he preguntado muchas veces porqué he dejado de escribir, porqué ya no tengo la ilusión que siempre tenía. No sé cuál es la respuesta, la verdad. Ni yo misma la sé. Sólo tengo claro que no soy la misma de antes, que algo dentro de mí ha cambiado. Podría decirse que mi "alma" ha evolucionado como si de un pokemon se tratase o también podría decirse que mi pequeña neurona al fin ha sido capaz de dar un paso más allá y madurar. Quizás esté equivocada y lo único que me pasa es que cada día me vuelvo más loca. Puede ser, no digo que no. Mas amo mi pequeño gran mundo lleno de locura. Los masocas son personas que disfrutan con el dolor, yo me siento mal y sigo disfrutando. ¿Eso quiere decir que soy masoca o simplemente que soy idiota? Seguramente sea una mezcla de ambas. Sí, estoy segura.

Dicen que todos los caminos llevan a Roma, yo en su día estuve allí. Mi mente posee cientos de pensamientos fugaces que parten de sitios distintos, mas ninguno consigue llegar al mismo punto. Creo que por el camino se entretienen con otros menesteres. ¿Cuáles? No consigo saberlo. Por suerte o por desgracia aún no adivino el futuro, sino estaría en la televisión estafando a pobres inocentes o comprando décimos de loteria como una posesa.

martes, 1 de mayo de 2012

Quien bien te quiere te hará llorar

Nunca he sido una niña problemática, no les he dado muchos quebraderos de cabeza a mis padres. Sin embargo, cuando hacía algo mal siempre me decían lo mismo: quien bien te quiere te hará llorar. Al principio no entendía qué querían decirme con eso y entonces volvían a decirme una de sus frases: cuando seas mayor lo entenderás. No sé si ahora soy lo suficientemente mayor como para entenderlo, pero creo saber qué querían decirme.

Una persona que de verdad te quiere, se supone que jamás querrá tu mal y por lo tanto no querrá verte llorar. Pero... ¿Y si es necesario que llores para que espabiles?

También me solían decir que se cogía antes a un mentiroso que a un cojo. Siempre lo he visto difícil, hay mentirosos muy buenos que saben enmascarar una mentira durante años. Pero también hay cojos muy rápidos, así que tal vez tenían razón.

Creo que poco a poco voy llegando al quid de la cuestión. Cuando mis padres me reñían y yo lloraba desconsolada, no lo hacían para hacerme daño, sino para enseñarme que hay ciertas cosas que no está bien hacerlas. Si no me hacían "daño", yo nunca llegaría a entenderlo. Lo que un día fueron lágrimas, ahora son sonrisas.

Muchas veces una verdad es cruel y dura, pero una mentira es mucho más retorcida.