- Cariño, ¿Por qué no compramos un castillo para vivir como reyes?

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domingo, 13 de marzo de 2011

Hurricane

Después de tantos meses no sé cómo empezar a escribir. Lo que antes me parecía tan sencillo ahora se me atraganta. No sé porqué comencé a escribir, puede que naciera con ello, un simple instinto más que se desarrolló cuando más lo necesitaba. Hice uso de él todo lo que pude y más. Era mi vida, una de las razones por las que debía seguir luchando. Y ahora… Ahora no es ni una vía de escape a la que recurrir cuando peor estoy. Ni siquiera puedo escribir cuando soy feliz. 

Podría decir muchas cosas de mí o callármelo todo y dejar que hablen mis silencios. Podría decirte las cosas que nunca te conté o las que jamás te contaré. Podría vestirme con aquella sonrisa que guardo con cariño en el fondo de mi armario o con aquellos abrazos que me esperan en el primer cajón de mi mesilla. Podría llorar y ahogarme en mis lágrimas o saltar y reírme de todo. Podría contar los kilómetros que nos separan o recorrerlos uno a uno con la mente. Podría bailar en mi habitación o cantar bajo la lluvia. Podría decir que no te quiero y con ello mentirte. Podría escuchar canciones que me recuerden a ti o escuchar los silencios que me atormentan. Podría seguir escribiendo y con ello no decir nada. Podría vivir sin tener vida. Podría morir sin estar muerta. Pero lo que nunca podré es mentirme a mí misma.

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