- Cariño, ¿Por qué no compramos un castillo para vivir como reyes?

+ No, mejor compramos un manicomio y follamos como locos.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Treinta y uno de diciembre

Trescientos sesenta y cinco días llegan a su fin, con ellos se van cientos de recuerdos e ilusiones, pero nacerán el doble. Es duro intentar valorar tantos días y ser objetiva. Mi  mente hace tiempo que dejó de ver la realidad y se acostumbró a maquillarla con un dulce tono pastel. Algunos de mis recuerdos son inventados, son todas aquellas fantasías que nunca logré cumplir. Otros son tan reales como la vida misma, esos son los peores de todos.  Ambos tienen una chispa de alegría, otra de tristeza y la última, pero no menos importante, de melancolía.

Comencé el año rodeada de personas que formaban parte de mi vida. Muchos de ellos se fueron de ella tan pronto como llegaron. Otros fueron como estrellas fugaces, hicieron una marca en mi piel que jamás será borrada y desaparecieron sin dejar rastro alguno. Pocos, muy pocos de ellos, siguen estando a mi lado cada día. Todos menos uno: él. Le añoro... La vida decidió tomar las riendas y llevárselo allí donde las nubes tocan fin. Me dejó un agridulce sabor y ocupó un grandísimo lugar en mi corazón, del cuál nunca desaparecerá.

Atrás quedarán los momentos de tristeza, guardados en el baúl de los lamentos y cerrados a cal y canto. Mas no debo ser desagradecida, a ellos les debo mucho de lo que ahora soy. Si algo he aprendido a lo largo de los años y la poca experiencia que me ha dado mi corta vida es que jamás podrá haber felicidad sin tristeza. La tristeza es tan necesaria como respirar cada segundo. Y la felicidad es tan necesaria como la sangre que recorre veloz mi cuerpo. Ambas deben ser aceptadas por igual. Y siempre tiene que estar presente que la vida no es de color rosa, ni gris, ni verde, ni azul. La vida es del color que tú quieras darle. La mía es turquesa.

¿Y la tuya... De qué color es?

sábado, 4 de diciembre de 2010

Breath me

- Pequeña, ten cuidado. Estás jugando con fuego cuando aún dominas la llama.


- ¿Por qué dice eso?


- Eres joven, mírate ante el espejo y dime qué ves.


- Veo... Me veo a mí.

- Bien, ¿Y qué más ves?

- Nada, sólo veo mi cuerpo.

- Puede que nunca te lo hayan dicho, el reflejo de tu mirada es la puerta que lleva hacia tu alma.

- No le entiendo... ¿Mi alma? ¿Qué es el alma?

- Cariño, es complicado. Es algo tan sumamente infinito, que las simples palabras que te pueda decir esta vieja anciana te harán creer que estoy loca.

- ¿Puede verla?

- Sí.

- ¿Cómo? ¿Yo también puedo?

- No lo creo... Sólo los ancianos podemos verla, dicen que la sabiduría recae sobre nosotros.

- ¿Y cómo es la mía?

- La tuya oculta muchos secretos tras de sí. Incluso para mí es difícil mirar a través de ella. Te seré sincera, pero escucha atenta y no se lo digas a nadie.

- Sí...

- El mayor arte creado se apodera de ti, el amor. Te venda los ojos y te muestra lo que él quiere. Te hace vivir de ilusiones, respirar deseos y dormir entre recuerdos. Tu corazón es sometido a torturas maquiavélicas. Su melodía es triste, tímida y olvidadiza, salta de un compás a otro sin tener en cuenta el del medio. Un camino de moras le envuelve, exquisito olor el suyo. Y su luz... Aquella que tiempo atrás brillaba con poderío, poco a poco va apagándose.

 
Recuerda pequeña... La vida no se mide por el número de veces que respiras, sino por el número de momentos que te dejan sin respiración.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Here without you

Unbelieve. Sonrisas. Timidez. Miedo. Cariñoso. Distancia. Peter. Lágrimas. Calor. Locura. Madrid. Sobreprotector. Atento. Atrevido. Sueño. Deseos. Amistad. Infinito. Paraíso. Frío. Veintitrés. Diciembre. Vida. Felicidad. Altruismo. Tú. Rap. Poesía. Agua. Fuego. Único. Tengo ganas de ti. Yo. Diez. Marzo. Veinticuatro. Febrero. Tres metros sobre el cielo. Risas. Dolor. Pavo. Inteligente. Cariño. Nosotros. Valiente. Sentimientos. Ocho horas. Once meses. Mario. Mariposas. Música. Escritos. Pensamientos. Ilusiones. Inolvidable. Solos. Anhelo. Recuerdos. Juntos. Amor. Siempre.