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¿Cómo
sabes que es amor y no una simple ilusión más?
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me mira y le brilla la mirada emitiendo un cálido resplandor. Cuando es capaz
de besarme de la manera más tierna del mundo y a su vez me muerde el labio
salvajemente. Cuando me desviste babeándose entero sin poderlo evitar. Cuando
le abrazo y siento cómo desliza sus manos por mi columna vertebral para
depositarse finalmente en el principio de mi culo. Cuando me quita los mechones
del rostro con sumo cuidado. Cuando le digo que le quiero y su corazón corre
veloz entre un mar de confesiones. Cuando discutimos y me pide perdón una y mil
veces más, aunque su orgullo le diga que no sea tan blando. Cuando está
inseguro como un niño pequeño y se calma entre mis brazos. Cuando me dice que
soy preciosa y que me desea cada vez más. Cuando poco a poco me ha ido
demostrando lo que me dijo cuándo todo comenzó: ‘Lucharé por ti, te daré todo
lo que tenga y si no te consigo, no será porque no lo he intentado’.
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Pero
eso no demuestra que realmente esté enamorado de ti.
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Tienes
razón, podría ser un gran actor. Podría ser todo lo que yo quisiera, incluso él
mismo.
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¿Entonces
qué te hace confiar?
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Que
me haya devuelto la vida.
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¿A
qué te refieres? Nunca estuviste muerta.
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Ni
tampoco viva. Estaba ahí… Jamás supe la razón de mi existencia y aún la
desconozco, pero ahora es distinto. Solía estar triste, lloraba y me disfrazaba
de alguien que no era. Mentiría si dijera que ahora soy totalmente feliz,
siempre hay pequeñeces que te hacen la vida un poco más entretenida y puñetera,
en eso consiste. Sin embargo, él es la razón por la que todos los días tengo un
motivo por el que sonreír al menos una décima de segundo. No me imagino vivir
sin él, sería muy duro. Hay días en los que no puede más, su mundo se derrumba y yo he de intentar sostenerlo. A veces creo que se rendirá, mas
descarto esa idea cuando veo que es capaz de levantarse después de cada caída,
por muy dolorosa que sea. No sé si es el hombre de mi vida, ya sabes que nunca
creí en esas cursilerías y no lo haré ahora. Sé que le quiero y que se lo
demostraré día a día, sin prisa pero sin pausa.